1.1.3.4. INTEGRACIÓN ASIÁTICA
Los países asiáticos, fundamentalmente los países del Asia suroriental atraviesan a partir del siglo XV, con de la llegada de los Europeos, por diferentes etapas en su qué hacer político, social y económico; pasan de una colonización en la cual pierden su autonomía y poder; luego a ligeras autonomías de los poderes coloniales. Llegando a la Primera y Segunda Guerra Mundial con cambios de poder, unas veces a favor del Imperio Japonés, el Imperio Inglés, el poder Francés, el estado Holandés o con intercambio de poderes, como también de recuperación de sus autonomías o liberaciones, el proceso finaliza con la Segunda Guerra Mundial cuando los Estados Unidos son la potencia dominante, y junto a la Unión Soviética, se dividen el mundo con sus áreas de influencias.
Finalizada la última conflagración mundial, con el derrumbe de los imperios coloniales Europeos, muchos de los países que eran colonias se encuentran con que deben decidir su destino económico para lo cual tienen una algunas opciones, ente ellas la opción del desarrollo por la vía del socialismo o por la economía de mercado.
Para las opciones del libre mercado se pueden tomar igualmente varios caminos algunos ya descritos en este trabajo y uno de ellos es la vía de la integración económica.
La formación de diferentes organizaciones de cooperación y de integración económica, ha sido uno de los rasgos más destacados de la economía mundial a lo largo de las últimas décadas.
En la geometría de las configuraciones globales, Asia se ha situado como el polo emergente de una gran estructura tripolar. Los otros dos polos son Estados Unidos y Europa.
Siendo un actor nuevo y en la práctica, el más débil, Asia se ha dedicado a dar forma a sus relaciones con los demás polos. El proceso comenzó con el establecimiento de relaciones a través del Pacífico, que se ha manifestado por medio de APEC a partir de 1989. En un lapso de pocos años, el proceso subió de nivel, llegando a comprender un encuentro anual de líderes.
De esta manera, la vinculación transpacífica ha llegado a constituir una fuerza importante en las tendencias globales. (11)
Tomando como punto de referencia el artículo del Licenciado Martín Costa Bacilgulpa, llamado “Sudeste Asiático, Pacífico Zona de integración”. El cual hace un recuento de la dinámica de los procesos de integración que confluyen en zona comprendida por el Sudeste Asiático y el Pacífico. La mayor atención estará dada al abordaje de la ASEAN y en menor medida a la ANZCERTA, mientras que el APEC será comprendido al final como integrador de los espacios que lo componen.
Ésta intencionada opción encuentra fundamento al considerar que los miembros del particular Foro de Cooperación Económica (APEC) pertenecen al mismo tiempo a espacios regionales que se estudian de forma individualizada.
1.1.3.4.1. Importancia de la Zona
Aunque reconocemos que desde el punto de vista geográfico no podemos hablar de la existencia de una Zona, entendemos que desde una mirada geopolítica el Sudeste Asiático y la Zona del Pacífico actualmente ofrecen características que nos permiten hablar de un área que comparten elementos.
La historia nos ha enseñado el constante corrimiento de lo que podemos denominar “ejes del comercio mundial”, entendidos como los corredores que resumen el mayor dinamismo de los flujos comerciales en algún punto del tiempo. ¿Cómo? y ¿por qué? varían esos ejes, ¿a qué variables responden?, son algunas de las preguntas que nos podemos realizar.
Algunas explicaciones de aquel dinamismo en el cambio de los ejes del comercio internacional han encontrado explicaciones muy diversas desde distintas disciplinas. Por su parte la Teoría del Comercio Internacional ha intentado arrojar luz sobre este tema centrando las explicaciones en la necesidad que han desarrollado las sociedades por incorporar nuevos factores productivos para así ampliar las fronteras de posibilidades de sus sociedades. (Steimberg, F. 2004): La nueva teoría del comercio internacional y la política comercial estratégica,
Desde aquí estamos convencidos que los ejes del comercio han estado determinados por el valor histórico que en determinadas etapas del desarrollo de los medios de producción, el modo de producción imperante ha dado a los distintos factores de producción.
El anterior párrafo da una visión desde la perspectiva histórica de ¿dónde reside la importancia actual de la zona del Pacífico?, zona que despierta al siglo XX agredida de todas formas; zona con un marcado pasado colonial; zona que fue uno de los centros neurálgicos de la Guerra Fría; que han hecho de la misma un espacio de confluencias de intereses antagónicos que le significarán estímulos y anclas de diversa magnitud.
Sobre la formación jurídica que cobran los acuerdos de integración del Asia Pacífico, la APEC es el proceso que mayor contraste nos genera frente a nuestras experiencias regionales por la inexistencia de acuerdos escritos o Convenios Constitutivos que acompañen el espacio.
Es por esto último que hemos decidido realizar un enfoque global de la zona, donde incluiremos varios espacios regionales.
El dinamismo en la implementación de los acuerdos característicos del espacio regional, que a la vez involucra espacios subregionales como, ASEAN, NAFTA, MERCOSUR, la CAN, etc., hace muy difícil un análisis profundo.
EL CONTINENTE ASIÁTICO
Por Said G. Chaya
Modelo de Naciones Unidas – Prov. de Santa Fe
Versión original de este trabajo: abril de 2005
Actualización: julio de 2007
Algunos asuntos relevantes en la agenda regional
I. El conflicto Palestino-Israelí
Hacia el oeste, la atención se centra en el conflicto que Palestina e Israel mantienen por lo menos desde 1948. Tras la partición de Palestina en 1947, la creación del Estado de Israel en 1948 y las sucesivas derrotas de las agrupaciones militares pro palestinas en las guerras árabe – israelíes (1948-49, 1956, 1967, 1973-74), los palestinos se quedaron sin territorio, generándose el grupo de refugiados más antiguo del mundo y la tercera comunidad de desplazados sin identidad más numerosa, contando casi 3 millones de personas.
Tras diversas conquistas políticas realizadas en la década de los ’90, los palestinos lograron establecer una autoridad nacional en los territorios de Gaza, Jericó y Cisjordania. Esta administración, sin embargo, no ha logrado aun el status definitivo de Estado. Israel, por su parte, es uno de los países más desarrollados y poderosos de la región, con gran capacidad armamentística (presuntamente nuclear).
Palestina reclama la soberanía plena en los territorios de Gaza, Jericó y Cisjordania, además de un arreglo a la situación de los millones de refugiados palestinos sin hogar. Mientras, Israel pide el fin de la violencia hacia su población civil por parte de los grupos palestinos radicalizados que realizan atentados y demostraciones fehacientes de que el gobierno palestino (incardinado en la Autoridad Nacional Palestina, ANP) puede controlar las demostraciones de fuerza de esos brazos paramilitares.
Es importante remarcar que este conflicto ha generado enfrentamientos por parte de Israel con Líbano, Siria, Egipto y Jordania. Si bien con los dos últimos se ha llegado a acuerdos fronterizos satisfactorios en 1978 y 1994, respectivamente, aun resta concretar tratados con los dos primeros. Con Siria, la zona llamada Montes del Golán, y con Líbano, las Granjas de Shebaa.
También se derivan de este enfrentamiento cuestiones medioambientales, como la posesión de los recursos hídricos, vitales para el desarrollo de la región, que brinda el río Jordán.
Yasser Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina, entidad reconocida como representante de los derechos de los palestinos en el mundo, comenzó a liderar los reclamos de la comunidad en los años ’70, y en 1994 se convirtió en el primer presidente de la ANP. El 11 de noviembre de 2004, Arafat murió en un hospital en París (Francia) y fue sucedido por Mahmmoud Abbas, del mismo partido, en enero de 2005. En agosto de ese año, el premier israelí Ariel Sharon anunció el desalojo de los kibutzim que el gobierno apoyaba en la Franja de Gaza, lo que resultó en la expulsión de casi 10.000 colonos judíos de la zona, permitiéndole al proceso de paz recuperar algo de vitalidad.
En enero de 2006, las elecciones legislativas palestinas otorgaron la mayoría parlamentaria a Hamas, grupo islámico que no reconoce a Israel y por lo tanto enfrentado a los moderados de Al-Fatah, partido del presidente Abbas. En octubre de ese año el presidente disuelve el Parlamento para formar un gobierno de unidad nacional. La violencia entre estas dos agrupaciones se incrementó en la Franja de Gaza, llegando incluso a enfrentamientos armados en junio de 2007. Frente a esta situación, el presidente Abbas trasladó el gobierno a Cisjordania, decretó el Estado de emergencia en Gaza y destituyó al primer ministro, que pertenecía a Hamas. En su lugar, nombró un gabinete integrado por independientes. El destituido primer ministro Ismail Haniyeh desconoció el decreto, y proclamó la subsistencia del gobierno y los ministros del gabinete en Gaza, zona en la que actualmente gobiernan.
La salida del gobierno por parte de Hamas posibilitó un relanzamiento de las negociaciones. Ambos líderes tienen la intención de que avance la hoja de Ruta, el plan de paz propuesto por “El Cuarteto” (Naciones Unidas, Rusia, Estados Unidos y Unión Europea).
II. La guerra en Irak
En marzo de 2003 se inició la invasión de una coalición internacional a la República de Irak, liderada por Estados Unidos y secundada por Reino Unido y España, con la colaboración de Italia, Turquía, Bulgaria y Colombia, entre otros Estados. Esta fuerza funcionó sin autorización de las Naciones Unidas. La ocupación fue fundamentada por Estados Unidos y sus aliados bajo la sospecha de que el presidente iraquí, Saddam Hussein, poseía armas nucleares y de largo alcance, prohibido por los acuerdos que regían la vida de este país después de la guerra del Golfo (1991). El armamento jamás fue encontrado, y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) anunciaron más tarde que los datos que motivaron el ataque a Irak no eran del todo confiables. Sin embargo, Estados Unidos sostuvo la postura de que la ocupación había sido un gran bien para el país porque la región se había librado de un dictador.
En mayo de 2003 los Estados Unidos asumieron el control de amplias zonas del país, y prometieron establecer en el corto plazo un gobierno democrático y federal donde también se respete a las minorías étnicas y religiosas tan vapuleadas durante el gobierno de Hussein. Los musulmanes sunnitas (facción del Islam a la que pertenecía el líder depuesto) gozaba de privilegios frente a la minoría musulmana chiíta (que buscan venganza por años de opresión y consolidar un gobierno teocrático) y a los kurdos del norte (que no son étnicamente árabes, tienen otro idioma y costumbres y reclaman la autonomía).
El primer presidente en pleno ejercicio de sus funciones, Jalal Talabani, un prominente defensor de la democracia, de origen kurdo y cercano al primer ministro británico Tony Blair, fue elegido en abril de 2005. A mediados de 2006, juró la nueva Constitución. El primer ministro iraquí es Nouri Al-Maliki, un musulmán moderado de origen chiíta.
Saddam Hussein fue atrapado en diciembre de 2003. En noviembre de 2006 fue juzgado en una corte especial que lo sentenció a morir en la horca por crímenes de lesa humanidad a fin de año.
Diariamente, rebeldes partidarios de establecer un Estado confesional islámico por otro azotan las calles de las ciudades más importantes del país atentando contra edificios de la ocupación o bien secuestrando funcionarios internacionales, enfrentándose a las tropas extranjeras y al ejército del gobierno nacional. Desde el comienzo del conflicto han muerto cerca de 75.000 civiles, según datos de a ONG independiente IBC.
III. La guerra en Afganistán
Otro de los focos de desestabilización regional se encuentra en Afganistán, donde entre 1996 y 2002 se estableció un gobierno teocrático de orientación islámica liderado por los talibanes, grupo radicalizado que derrocó al anterior gobierno democrático de ese país. En afgano “talibán” es el plural de “taleb” (aprendiz, estudiante); tomaron su nombre de los alumnos de religión de las mezquitas. Este gobierno, cuyo principal sustento fueron las semillas de amapola para su posterior transformación en una potente droga prohibida, dieron asilo en su país al grupo terrorista Al-Qa’eda (“La Base”).
Con motivo del respaldo de Afganistán a quienes realizaron el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, se emprendió contra ellos una guerra, autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En 2002 se había reconquistado la mayor parte de ese país, y en diciembre de ese año se entregó el gobierno a autoridades nacionales para conformar un consejo de transición, previa realización en Bonn (Alemania) de una cumbre internacional para canalizar ayuda económica y militar al país. En enero de 2004 Lakhdar Brahimi, enviado personal del Secretario General de la ONU a Afganistán, colaboró en la redacción de una nueva constitución. El 7 de diciembre de ese año asumió la presidencia por cinco años Hamid Karzai, que se había desempeñado anteriormente como gobernador interino del consejo de transición.
Actualmente se siguen realizando atentados contra edificios civiles y militares y autoridades políticas por parte de los rebeldes talibanes que aun no han sido capturados. Controlan porciones menores del norte del país y en especial la frontera con Pakistán, desde donde entran nuevos guerrilleros. Sin embargo, actúan a lo largo y ancho de todo el país, que aun no ha logrado salir de la crisis económica, política y militar.
IV. El conflicto Indo-Pakistaní
Uno de los conflictos de más larga data del continente se halla en la frontera norte entre Pakistán y la India: es la región de Jammu y Kashmir, conocida genéricamente como Cachemira.
Desde 1947, cuando estos Estados (que antes conformaban con Bangladesh una unidad única administrativa) obtuvieron su independencia de Gran Bretaña, se han disputado la totalidad de la zona de Cachemira, dividida entre ambos contrincantes. El principio de división de los diferentes territorios afirmaba que las regiones musulmanas debían ir bajo soberanía pakistaní, y las regiones hindúes recaerían bajo la administración india. La zona en disputa, gobernada por un hindú que optó unirse a la India, era de mayoría islámica, y ello derivó en el gran conflicto que perdura hasta hoy.
Su extensión territorial es de casi 223.000 km2 y más de 10 millones de personas viven allí. Repetidamente han estallado enfrentamientos en la frontera, y la situación se aseveró aun más cuando a fines del siglo XX ambos Estados anunciaron al mundo su capacidad nuclear y entraron en una carrera armamentista.
V. El conflicto Coreano
Una de las naciones más antiguas de Asia habita en la península de Corea, quien a través de los siglos ha logrado mantener viva su cultura y tradiciones pese a la poderosa influencia china y japonesa, preponderante en la región, y a quienes estuvo sujeta durante mucho tiempo.
En 1945, cuando Japón, que por entonces ocupaba la península, presenta su rendición a los Aliados tras la 2ª Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética acuerdan la división de este territorio en dos zonas administrativas, según el paralelo 38º. Distanciados por la Guerra Fría, en 1948 ambos Estados organizan gobiernos por separado en sus respectivas zonas de administración: al norte, un consejo con integrantes de la guerrilla comunista (la República Democrática Popular de Corea), y al sur, un gobierno liderado por un político educado en Estados Unidos (la República de Corea). En 1950, el gobierno del Norte invade la región Sur y da inicio a la guerra de Corea. Concluida la guerra, en 1953, bajo los auspicios de Naciones Unidas, ambas zonas quedan separadas como Estados diferenciados.
En el año 2000 el presidente surcoreano Kim Dae-Jung comenzó una serie de esfuerzos para reconciliarse con Corea del Norte (“Política de la Luz”). Kim Jong-Il, el presidente norcoreano, accedió a una cumbre que se realizó ese año, y las negociaciones han continuado desde entonces a través de los Ministros de Estado para la Reunificación que ambos países designaron.
Sin embargo, la política estadounidense, beneficiosa para los surcoreanos y hostil a los norcoreanos, sumada a la iniciativa norcoreana de promover el desarrollo nuclear del país y los enfrentamientos armados aislados que se detectan en la frontera entre ambos países, ha frenado en gran medida el proceso de pacificación.
En 2006 Corea del Norte se retiró del Tratado de No Proliferación y realizó pruebas nucleares, desafiando a Occidente. Su actitud combativa provocó alarma internacional. Finalmente, en marzo de 2007, anunció su intención de cerrar su reactor nuclear, mientras se llevan adelante conversaciones con Japón, China, Rusia, Corea del Sur y Estados Unidos para la normalización de las relaciones y el estatus de su armamento nuclear.
VI. La situación en Timor-Leste
Recientemente, a mediados del 2001, se fundó la República Democrática de Timor-Leste, un microestado insular que se independizó de Indonesia. Es el más nuevo integrante de las Naciones Unidas. En 1999 Timor-Leste sostuvo una violenta guerra contra las autoridades de Indonesia, que ocupaban el territorio desde 1975, cuando Portugal le otorgó la independencia, que solo sobrevivió por diez días. Las Naciones Unidas organizaron un referéndum (que optó por la secesión) y se conformó un gobierno provisional tras llegar a un acuerdo con Indonesia. En mayo de 2001 proclamó su independencia con nuevas autoridades, y es uno de los mejores ejemplos de las nuevas democracias que ha logrado conducir Naciones Unidas. En septiembre de 2002 fue admitida en la Asamblea General.
En febrero de 2006 se desató una fuerte crisis al interior de las fuerzas armadas, que separó en dos bandos a los “occidentales” (nacidos al oeste de la isla) y los “orientales” (provenientes del este). Los primeros se sentían discriminados frente a la predominancia de los segundos en cargos ejecutivos dentro del Ejército. A ello se sumó que denunciaban la presencia de ex agentes indonesios entre la policía de Dili, la capital.
Las demandas tomaron mayor envergadura cuando se desataron los combates entre estos dos grupos, sumiendo a la capital y sus alrededores en la anarquía. En mayo, intervinieron Australia, Malasia y otros Estados de la región para pacificar la zona. Mientras tanto, el primer ministro Alkatiri estaba fuertemente sospechado de haber auspiciado esta rebelión y haber evitado acciones más concretas contra los rebeldes. Invitado a renunciar, se negó y armó su propio ejército personal. Finalmente, intimado por el presidente, presentó la renuncia. Ello permitió una solución al conflicto.
Actualmente, la justicia investiga el rol del primer ministro y de miembros de otros partidos políticos que presuntamente alentaron la violencia con motivos electorales, de cara a las elecciones de 2007.
VII. La situación en Filipinas
El conflicto en Filipinas tiene cientos de años, pero es hasta este último tiempo que ha adquirido particular relevancia. Al oeste de la isla de Mindanao hay una importante comunidad musulmana (llamados “los moros”) que ha reclamado la independencia por lo menos desde 1968.
En 1976 se llegó a un acuerdo (auspiciado por Libia) entre el dictador Fernando Marcos y el Frente Moro de Liberación Nacional (MNLF) en el cual el Estado se comprometía a dotar de autonomía limitada a la región. Se creó un tribunal de ley islámica, un banco islámico de desarrollo y una oficina de integración nacional, ninguno de los cuales funcionó demasiado bien. La autonomía propiamente dicha llegó veinte años más tarde, en 1996, con la creación de la “Región Autónoma del Mindanao Musulmán”. El primer gobernador, miembro del MNLF, fue encarcelado por las autoridades nacionales en 2001, e inmediatamente reemplazado por otro del mismo partido.
Un grupo radical islámico se separó del MNLF a fines de los años setenta: el Frente Islámico de Liberación Moro (MILF). Sus autoridades son principalmente clérigos musulmanes moderados. Acusados de tener vínculos con grupos terroristas que organizaron los ataques a Jemaah Islamiyah, han rechazado estos cargos, al igual que los de sustentar económicamente al Movimiento Pentágono (organización calificada de terrorista por Filipinas y Estados Unidos), entidad guerrillera que organizó el ataque al aeropuerto de la ciudad de Davao en 2003 y mató a 21 personas. Hay un acuerdo de paz con el gobierno desde 2001, pero se siguen notificando enfrentamientos aislados.
El grupo radical islámico Abu Sayyaf se separó del MNLF en 1991 y pretende establecer un gobierno islámico en el Mindanao Musulmán. De renombrados vínculos con Osama Bin Laden, el grupo se dedica especialmente a secuestrar extranjeros y boicotear sitios turísticos de Filipinas. El gobierno no negocia con ellos por considerarlos delincuentes y no un movimiento de liberación.
En 2003 el gobierno filipino firmó un acuerdo de cooperación en materia de inteligencia, asesoramiento y entrenamiento de tropas locales por parte de Estados Unidos para detener especialmente los ataques de Abu Sayyaf, y envió tropas a Irak.
Mientras tanto, los miembros de Abu Sayyaf siguen realizando atentados en las islas y en el sudeste asiático contra objetivos occidentales, usando Filipinas como base de operaciones.
VIII. Refugiados
La inmensidad de Asia y la gran cantidad de conflictos que allí se suceden ha provocado una enorme cantidad de refugiados originarios de ese continente, que han emigrado a países limítrofes. Después de África, Asia es el continente con mayor número de refugiados. Generalmente ellos viven en campamentos manejados por las Naciones Unidas, en condiciones socioeconómicas y sanitarias que no son las mejores. Palestina y Afganistán son los países con mayor número de refugiados en esta vasta región.
IX. Protección del medio ambiente y desastres naturales
El problema medioambiental no tiene tanta trascendencia como en otros continentes y tampoco es tan severo como en Europa y África, debido al menor desarrollo industrial y a la enormidad de territorios deshabitados. Sin embargo, la producción en los pozos petrolíferos en la península Arábiga genera grandes niveles de contaminación, recalentando una zona ya característica por sus altas temperaturas. El subcontinente indio (India y Bangladesh especialmente) y toda la Cochinchina (Tailandia, Laos y Vietnam) sufren frecuentes inundaciones que dejan a su población aun más pobre cuando llega la temporada del monzón.
El 26 de diciembre de 2004 fue una fecha trascendental para el sudeste asiático. Muy profundo, en la corteza terrestre, a 1.200 km de profundidad, debajo de la isla de Sumatra, al noroeste, un maremoto de 9.3 grados en la escala de Richter, que tuvo ocho minutos de duración (los terremotos en Japón y Estados Unidos duran unos pocos segundos), generó un tsunami (conjunto de olas gigantescas) de magnitudes oceánicas, jamás registradas con anterioridad: 800 km/h y 20 m de altura.
La primera en ser azotada fue la isla de Sumatra, en Indonesia, treinta minutos después del terremoto. Casi un kilómetro de tierras interiores fueron azotadas por este fenómeno, eliminando la vegetación y matando en quince minutos a 200.000 personas.
Luego las olas se dirigieron a Tailandia a través del mar de Andamán. Muchos de los turistas de estas playas paradisíacas no entendían qué sucedía: el mar se retiró y dejó a la vista las profundidades, ahora secas. Los locales sabían que se trataba de un tsunami. Allí las olas se llevaron la vida de 8.000 personas.
Siguió la costa de Sri Lanka y el sur de la India. El fenómeno marítimo azotó las costas con una fuerza aproximada de cien mil millones de toneladas. Murieron aproximadamente 14.000 personas en esta zona. Al golpear con las costas srilanquesas, las olas realizaron un efecto refractario, cambiando de dirección.
Las Islas Maldivas salieron casi ilesas: se dice que fueron protegidas por las barreras de coral, que ayudaron a frenar el desastre. Finalmente, las olas llegaron hasta Somalia, donde murieron 300 personas, y cesó en las costas kenyattas, donde el resultado arrojó solo una víctima fatal.
La geografía de las zonas más azotadas cambió drásticamente, inundando playas, moviendo islas de lugar (por lo menos unos pocos centímetros) y dejando al descubierto zonas que antes se encontraban por debajo del nivel del mar. Se presume que la vida animal y vegetal se verá afectada de manera impredecible, al igual que la vida humana, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un alerta ante la propagación de enfermedades generadas por el agua y epidemias de infecciones intestinales y de pulmón que podrían afectar a millones de personas.
X. Armas nucleares
El riesgo atómico que vive la zona no es un problema menor o que deba estar fuera de la agenda regional. El Tratado de No Proliferación Nuclear de 1968 (TNP) permite desarrollar energía nuclear solo con fines pacíficos y bajo los auspicios de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Atómica, un organismo especializado de la ONU con un status especial) y compromete a los Estados con capacidad nuclear declarada (China, Rusia, Francia, Estados Unidos y Reino Unido) a no entregar ni vender tecnología que permita el desarrollo de armamento nuclear a otros países.
La gravedad de los enfrentamientos en el conflicto indo-pakistaní llevó a la India a desarrollar armamento nuclear, acción que fue seguida inmediatamente por las investigaciones nucleares en Pakistán. Ambos Estados declaran que las iniciativas responden a una cuestión de seguridad y sirven para evitar un enfrentamiento a gran escala.
Diversos proyectos de crear zonas nucleares seguras en Medio Oriente (propulsados por Siria, especialmente) han contado con la negativa israelí a desarmarse. La posesión de armas nucleares por parte del gobierno hebreo es un secreto a voces.
Corea del Norte, como dijimos antes, abandonó el TNP y comenzó a realizar prácticas con armamento nuclear. Actualmente se halla en conversaciones para cesar la producción de armamento de este tipo.
Irán, por su parte, ha estado negándose a las inspecciones de la AIEA y ha declarado su capacidad nuclear con fines defensivos, lo que ha puesto en alarma a la ONU y la Unión Europea.
XI. La deuda externa
Una cuestión que no presenta los graves problemas que en otras regiones es el delicado tema de la deuda externa. Los países de Asia, al contrario de los de África o de América Latina, no abusaron en los ’70 de las facilidades temporales que ofrecían los bancos privados para prestar dinero. Durante los ’90 muchos de ellos, especialmente el Líbano y otros que salían de enfrentamientos civiles, se endeudaron, pero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y/o con el Banco Mundial, y no a los grandes niveles que en otras zonas del globo.
Japón es fuente de préstamos en el lejano Oriente, mientras que los países islámicos se sostienen con préstamos de organismos confesionales que lo hacen a bajísimas tasas de interés (la usura es falta grave en el Islam, y esto es tomado con mucha seriedad).
Estados más importantes de la región:
· República Popular China
· Imperio del Japón
· República de la India
· República Islámica de Irán
· Otros Estados: Arabia Saudita, Pakistán, Malasia.
Los organismos internacionales y regionales más importantes:
· Liga de Estados Árabes: Arabia Saudita, Jordania, Omán, Emiratos Árabes, Bahrein, Qatar, Irak, Líbano, Siria y una delegación Palestina que recibe trato igualitario. Los miembros africanos de la Liga son: Egipto, Argelia, Túnez, Libia, Marruecos, Malí, Sudán, Somalia, Comores, Djibouti y Seychelles. Son observadores la India y Eritrea.
· Plan Colombo: Los estados afiliados provenientes de Asia son Afganistán, Bangladesh, Bhután, Camboya, India, Indonesia, Irán, Corea del Sur, Laos, Malasia, Maldivas, Myanmar, Nepal, Pakistán, Filipinas, Singapur, Sri Lanka, Vietnam y Tailandia, y desde Oceanía, Fiji y Papua Nueva Guinea. Por otro lado, Australia, Japón, Nueva Zelanda, Canadá, Reino Unido y los Estados Unidos actúan como los seis contribuyentes y/o donantes de fondos.
· Banco para el Desarrollo de Asia (BDA): Está compuesto por todos los estados asiáticos y los Estados insulares de Oceanía. Los países miembros de la Unión Europea, Georgia, Armenia, Canadá y los Estados Unidos también son parte del sistema.
· Organización de la Conferencia Islámica (OCI): Sus miembros asiáticos son Irán, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Qatar, Arabia Saudita, Siria, Emiratos Árabes, Yemen, Afganistán, Bangladesh, Brunei, Indonesia, Malasia y Maldivas.
· Mancomunidad de Naciones: Sus miembros de la región son: Bangladesh, Brunei, India, Malasia, Maldivas, Pakistán, Singapur y Sri Lanka.
· Movimiento de Países No Alineados (PNA): Los miembros de Asia y el Pacífico son Afganistán, Bangladesh, Bhután, India, Indonesia, Camboya, Corea del Norte, Laos, Malasia, Maldivas, Nepal, Pakistán, Singapur, Sri Lanka, Vietnam y Vanuatu. Los miembros del oeste de Asia son Irán, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Palestina, Qatar, Omán, Arabia Saudita, Siria y Yemen. Las Filipinas y Mongolia son observadores, y el asiento oficial de Camboya ha permanecido vacante desde 1979 cuando el PNA optó por no ingresar a ninguno de sus países rivales, y Myanmar también renunció el mismo año, argumentando que buscaría un foro realmente neutral en otro lugar.
· Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN): Sus miembros son: Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Laos, Vietnam, Camboya y Myanmar. La candidatura de Timor-Leste como miembro pleno está en proceso de análisis.
· Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP): Sus miembros asiáticos son: Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Irak, Kuwait, Qatar, Indonesia e Irán. Todos ellos, con excepción de los dos últimos, forman un subgrupo dentro de la OPEP, llamado OPAEP (la “A” es por “Árabes”).
· Consejo de Cooperación del Golfo (CCG): seis miembros: Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y Emiratos Árabes.